PRESIONE SOLTAR:
El gobierno ha prometido apoyo y ayuda financiera a las víctimas de una serie de ataques incendiarios que tuvieron como objetivo cuatro provincias del sur el pasado viernes (23 de marzo), pidiendo a la Policía Real Tailandesa que lleve a cabo una investigación exhaustiva y garantice que las personas afectadas reciban una compensación.
En un esfuerzo por abordar la violencia, el Primer Ministro Srettha Thavisin participó durante el fin de semana en conversaciones con el Primer Ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, reconociendo el papel de Malasia en la mediación en las conversaciones de paz con los grupos insurgentes del sur.
Se cree que los ataques, ejecutados de manera coordinada en 44 lugares, son una demostración de poder en medio de lo que se percibe como una relajación de la seguridad en la región sur de Tailandia. La violencia perturbó la paz durante el Ramadán, cobró la vida de una mujer de Myanmar en Pattani y provocó el descubrimiento de un artefacto explosivo en una gasolinera, que fue neutralizado con éxito por la unidad de eliminación de artefactos explosivos (EOD).
El vicegobernador de Yala, Anan Bunsamran, ha anunciado la formación de un centro de compensación conjunto para evaluar los daños y ayudar a los residentes afectados, aunque el calendario de este proceso sigue sin estar claro. Para apoyar aún más los esfuerzos de recuperación, la Fundación Tailandesa para la Promoción de la Salud (ThaiHealth) ha obtenido financiación adicional del Banco Mundial, destinada a proporcionar asistencia continua a las comunidades del extremo sur de Tailandia.