PRESIONE SOLTAR:
Un informe de la Fundación Tailandesa para la Promoción de la Salud (ThaiHealth) ha revelado que aproximadamente el 10% de la población de Tailandia, lo que equivale a 5.73 millones de personas, ha bebido en exceso durante el año pasado.
La región norte del país registró las tasas más altas de consumo excesivo de alcohol, seguida de cerca por el noreste. El nivel de consumo de alcohol ha posicionado al alcohol como la segunda causa de muerte en Tailandia, detrás del tabaquismo.
El informe destacó graves riesgos para la salud asociados con el consumo excesivo de alcohol, incluida una variedad de afecciones hepáticas como hepatitis, infiltración de hígado graso, cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado. Estas afecciones se deben principalmente a niveles elevados de enzimas hepáticas que ingresan al torrente sanguíneo, un indicador de una función hepática anormal.
Otros hallazgos de una AUDIT (Prueba de identificación de trastornos por consumo de alcohol) de la Organización Mundial de la Salud de diciembre de 2023 subrayaron la urgencia del problema, con más del 31% de los participantes identificados como en riesgo de enfermedad hepática. De los que estaban en riesgo, un número significativo dio su consentimiento para realizarse pruebas de función hepática, lo que reveló que casi el 25% tenía niveles anormales de enzimas hepáticas.
El director de ThaiHealth, Pongthep Wongwatcharapaiboon, destacó la importancia de abordar el consumo de alcohol como factor clave en el daño hepático. Los síntomas relacionados con el consumo excesivo de alcohol incluyen fatiga, pérdida de apetito, pérdida de peso, coloración amarillenta de los ojos, ictericia y malestar debajo de la caja torácica derecha, que potencialmente pueden provocar cirrosis si no se controlan.
La capacidad de recuperación del hígado es evidente cuando las personas que han estado consumiendo cantidades excesivas de alcohol abandonan sus hábitos de bebida. Según la Fundación Tailandesa para la Promoción de la Salud, el hígado puede tardar entre uno y tres meses en sanar y restablecer su funcionamiento normal una vez que se deja de beber.