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El Primer Ministro Srettha Thavisin presentó las nuevas políticas del gobierno al Parlamento el 11 de septiembre, dividiéndolas en un plan de dos fases para abordar los desafíos económicos y sociales de Tailandia heredados de la administración anterior.
A corto plazo, el gobierno pretende aliviar los problemas de deuda de los agricultores, apoyar a las pymes afectadas por la pandemia e impulsar el crecimiento económico mediante donaciones de billeteras digitales de 10,000 baht. Srettha dijo que la situación económica actual es preocupante, con una alta concentración del PIB en unos pocos sectores, una disminución de las exportaciones y niveles elevados de deuda pública y de los hogares.
Además, el primer ministro Srettha reconoció profundas divisiones políticas, junto con problemas cada vez mayores de corrupción, drogas, delincuencia y pobreza. Las prioridades inmediatas del gobierno incluyen una reforma constitucional para una mayor participación pública, restablecer la confianza en el Estado de derecho y abordar cuestiones sociales urgentes. A mediano y largo plazo, el gobierno planea centrarse en ampliar los acuerdos de libre comercio, mejorar los privilegios de los pasaportes tailandeses, promover las industrias ecológicas y de alta tecnología, invertir en infraestructura e impulsar los ingresos agrícolas y pesqueros.
Además, el gobierno pretende mejorar el acceso a la propiedad de la tierra, iniciar reformas educativas, promover la investigación y el aprendizaje permanente, modernizar las fuerzas armadas, combatir el abuso de drogas, garantizar la calidad ambiental y mejorar los sistemas de salud y bienestar.
Los parlamentarios de la oposición, sin embargo, cuestionan la viabilidad de muchas de las políticas del gobierno, en particular la iniciativa de la billetera digital, citando preocupaciones sobre la adecuación del presupuesto.
También criticaron las políticas por no tener dirección, ya que la mayoría de ellas no incluían cronogramas claros para su implementación.
